La forma de aprender siempre ha sido controvertida. Los alumnos necesitan tener conocimientos, y la forma de expresarlos y de ponerlos en práctica son muy diferentes. Muchas veces, los métodos fallan con determinados alumnos y aciertan con otros. Pero un método que tiene ya cerca de 2500 años sigue siendo imbatido, y nosotros lo aplicamos con éxito: la mayéutica.
La mayéutica es el método dialéctico que desarrolló Sócrates en la Atenas clásica para enseñar su filosofía. Básicamente consiste en una forma de dialéctica en la que se interpela al alumno acerca de las materias que se quieren aprender, de forma que es el propio alumno el que propiamente va sacando ese conocimiento a relucir. En otras palabras: es un método para aprender a pensar. El propio Sócrates tenía una máxima: no enseñaba a sus alumnos, «sacaba» el conocimiento de ellos, como agua de un pozo profundo.
Por desgracia, generalmente el sistema educativo no enseña a razonar, lo que, por lógica, debería ser lo primero que se pusiera en práctica, ya que a partir de ahí, podemos conseguir que el alumno comprenda y asuma los conocimientos de forma natural. Es un hecho que cuando un individuo aprende las cosas por si mismo las retiene más tiempo y las comprende mejor.
La mayéutica consiste en que el profesor, de forma adaptada al alumno y la materia, por medio de preguntas consigue que el alumno deduzca las respuestas en base al conocimiento previo. Esto implica algo importante: el alumno ha tenido al menos que leer y estudiar de alguna manera (no memorizar) la materia de aprendizaje. Evidentemente, no es lo mismo aprender matemáticas que historia o informática, cada una tiene sus formas de comprensión y el método tiene que ser adaptado a cada caso. Y como es lógico, algunas cosas viene bien aprenderlas de memoria ya que son datos fijos que pueden venir bien, como fórmulas o datos concretos. Lo que no tiene sentido es aprender de memoria aquello que deberíamos estar comprendiendo.
El profesor debe, por lógica, resolver las dudas que legítimamente el alumno tiene, porque a medida que el conocimiento va saliendo a flote, el alumno comienza a entender lo que está estudiando pero eso a su vez genera más dudas. La habilidad del profesor para conseguir que sea el propio alumno el que se auto-responda a esas dudas es determinante para alcanzar el objetivo de la enseñanza. A medida que las dudas se van respondiendo, el propio alumno va iluminando las distintas parcelas del conocimiento que debe adquirir, y finalmente, consigue tener un mapa completo de la materia, estando preparado para afrontar un examen, un ejercicio o la práctica de la materia en si.
Nuestra aplicación de la mayéutica es un éxito para nuestros alumnos. Más del 90% de ellos consigue sacar adelante sus asignaturas en primera convocatoria, y además, tener una comprensión profunda de la materia que le permita más adelante hacer eso de ese conocimiento. Al ser la informática una materia eminentemente práctica, es posible aplicar en el mundo real esos conocimientos adquiridos de forma directa y satisfactoria.
Si quieres conocer más de nuestra metodología y las materias que enseñamos usando la mayéutica, no dudes en ponerte en contacto con nosotros!